Respuesta de la Abogacía General del Estado

Los seguidores de la Religión del Monstruo del Espagueti Volador hoy hemos recibido noticias de la Abogacía General del Estado en respuesta al recurso que presentamos hace unos meses.

Los seguidores de la Religión del Monstruo del Espagueti Volador hoy hemos recibido noticias de la Abogacía General del Estado en respuesta al recurso que presentamos hace unos meses.

En el recursos que presentamos comentamos que aunque se informa correctamente en varias ocasiones de que la Religión Pastafari entra dentro de la posibilidad de ser inscrita, consideramos que se está haciendo un juicio de valor sobre la religión, por ser considerada de tono jocoso y por tanto no podría ser inscrita como tal.

En vista de la respuesta que ofrece el Abogado General del Estado, me gustaría dar algunas opiniones personales sobre algunos de los puntos.

Primero. Normativa aplicable.

En este punto se hace mención a los intentos de registro anteriores, en los que se alega que los Estatutos son similares (de los que luego tratan más en detalle). Lo que se nos viene a decir es que «no hace falta que nos inscribamos» y que podemos hacer una Asociación, ya que actualmente nadie nos impide nuestra libertad religiosa y que por tanto no hace falta inscribirnos.

He de reconocer que, al menos donde yo me muevo, y por suerte para todos, no se impide a nadie su libertad religiosa. España es un paí democrático y si este fuera el caso tendríamos un problema mayor que el de solicitar una inscripción. La inscripción la solicitamos precisamente por esta misma razón, España es un país laico, donde la libertad religiosa está reconocida y como Religión que somos solicitamos su inscripción. Lo que sí que me ofende es que se insinue que nos podemos reunir «como si fueramos colegas» pero no para profesar nuestra religión, porque «no lo es tal». Me parecería muy grave que la Abogacía General del Estado esté insinuando que mi religión, mis creencias y mi fe «no son tales».

Seguramente, por esta regla de tres, cuando hablando sobre pastafarismo con otras personas, algunas de ellas religiosas practicantes, con los que tengo la suerte de poder tener debates muy divertidos (y a la vez serios) sobre el Pastafarismo, y cómo todas las religiones tienen muchos puntos en común (lo que viene a decir que «algo hay») y sale el tema de que en España la Wicca, el Odinismo o el Druidismo sí que están registradas como iglesias o congregaciones se quedan sorprendidos.

Segundo.

La normativa europea habla de «mera constacaión, que no de calificación» y a la vez en España se habla de la «comprobación de que la entidad no está excluida por la ley». En este punto se nos viene a decir que como todas las veces que se ha presentado los Estatutos son similares y todas las veces ha sido rechazada, porque según lo que indican los Estatutos los fines de la Iglesia Pastafari son ajenos a los de una entidad religiosa.

Si bien es cierto que los Estatutos pueden no parecer tan formales como lo podrían ser otros documentos públicos, nuestra religión pastafari ya parte de la base de la moral laxa y la incongruencia en sus escritos, como se ha demostrado extensamente en todos los documentos proporcionados por la iglesia pastafari alrededor del mundo, y en especial los proporcionados por el profesta Bobby Henderson.

Aún así, si alguien tiene la oportunidad de leerlos, podrá ver que en la forma se basan en los Estatutos de la Asociación HAQQANI, que sí que han sido inscritos en el Registro de Entidades Religiosas. Por lo tanto no acabo de entender qué problema hay entre unos y otros, ya que además de los Estatutos se ha presentado adjunto una copia del Evangelio del Monstruo de Espagueti Volador, libro sagrado que ya debería servir como documento para verificar nuestra fe.

También se hace referencia a que el origen del pastafarismo se remonta a 2005 (craso error, ya que ese es el momento en el que a nuestro profeta Bobby Henderson se le fue revelado, pero todos sabemos que el mundo fue creado -y por tanto la religión en sí misma- hace unos 5.800 años) por la famosa carta al Estado de Kansas. Aún así, que el método para hacerse conocer la religión fuera una propuesta con un gran todo de humor no excluye que en estos últimos 12 años una gran cantidad de personas alrededor del mundo no hayan sido convertidos al pastafarismo, como es mi caso. Además, si este fuera el caso, tampoco habría sido incrito en Nueva Zelanda, donde se aprobó la posibilidad de realizar bodas por el rito pastafari, recientemente en Australia, donde ha sido reconocida formalmente por el gobierno, y en un país de la Unión Europea, como son los Países Bajos, país que reconoció oficialmente el pastafarismo de forma pionera, como ya sabemos tienen fama los países nórdicos. ¿Esto significa que un país como los Países Bajos, hermano político dentro de la Unión tiene más derechos religiosos que España?

Tercero.

Se dice expresamente por parte de la Abogacía General del Estado que la Iglesia Pastafari no tiene una finalidad realmente religiosa (y que por lo tanto no se puede vulnerar la libertad religiosa). Aquí entraría una gran dialéctica sobre cuál es la finalidad de una religión. En general todas las religiones tienen como fin adorar a uno o varios dioses, que es lo que las convierte en una religión, de facto. A partir de ese punto, hay organizaciones que ayudan a mantener la naturaleza (como es nuestro caso, del que claramente nos hemos pronunciado en contra del Cambio Climático), otras que ayudan a los demás mediante actos de voluntariedad (como podría ser el caso de Cáritas en España), punto que también queda claro por nuestra parte en Los Ocho Condimentos… En estos casos, las iglesias y congregaciones son consideradas asociaciones de hecho, con el punto añadido de que la base de fe para realizar estas actividades tienen el transfondo de adorar a uno o más dioses. El Pastafarismo también cumple esas acciones: creemos en el Mostruo de Espagueti Volador y además tenemos un valor público claro. Incluso, me atrevería a decir que muchas religiones tienen la desgracia de incluir entre sus miembros a personas fanáticas que llevan a guerras y ataques de terror por el mundo, algo que en nuestro caso nunca se ha dado.

Además, si los españoles no creyeran en el Monstruo de Espagueti Volador tampoco se hubiera podido producir el haber recogido 10.000 firmas a través de change.org para que le sea reconocida una mención por parte del Ayuntamiento de Cádiz.

El Abogado General del Estado, además, considera que no se está vulnerando la libertad religiosa, pero el propio hecho de no poder equiparar una religión como el Pastafarismo con el Cristianismo, el Islam, la Wicca, el Odinismo o la Cienciología ya implica de facto que se está vulnerando la propia libertad religiosa al no poder alcanzar esos mismos derechos de reconocimiento.

Para acabar, se hace mención que aunque en nuestro recursos hablamos de que se están usando unos documentos como base que según contestan no se disponen, pero son públicos en Internet, vuelvo a poner como ejemplo la existencia de sitios como pastafarismo.es donde se encunetra una extensa cantidad ingente de información sobre la Religión Pastafari en la que en ningún caso se basa en las críticas al sistema educativo del Estado de Kansas en Estados Unidos de América, pero que se parecen obviar, encontrando una serie de documentos que sólo ponen de relieve una de las partes, contrarias a las que nosotros ofrecemos.

El documento sigue con más temas legales, que no dejan de ser un tira y afloja para justificar que la denegación de las ocasiones anteriores justifica la denegación actual.

Sin duda queda claro que el Estado Español, constitucionalmente laico parece considerar que la cienciología, la naturaleza, Odín, Jesucristo o Buda pueden ser dioses, pero el Mostruo de Espagueti Volador no porque la presentación de los documentos es demasiado jocosa o en Internet se dicen cosas que incitan a considerar que el pastafarismo es una broma, algo que personalmente me ofende bastante, porque por esa regla de tres si sólo lees Forocoches podrías considerar muchas situaciones que no son reales en España.

14 opiniones en “Respuesta de la Abogacía General del Estado”

  1. Da la impresión que la sesuda abogacía del estado identifica religión con aburrimiento o pretensión de solemnidad.
    Pues si es así, que lo expliciten.

  2. No es un registro religioso es un Tribunal Eclesiastico
    es el sistema español a ver si es que hay que preguntar a la competencia
    a ver si hay que pagarle a alguien pues un registro no es un Tribunal , entiendo que hay que hacer mucha publicidad de los desvarios de esta gente

  3. Me gustaría que los apéndices tallarinescos lleguen a más países.

    Saludos desde Chile. Espero puedan llegar a puerto.

  4. No podemos consentir que nuestra religión sea menospreciada, y menos en países donde la religión mayoritaria es la que un Padre, que a través de un Ave divina deja preñada a una Virgen que tendrá como hijo a sí mismo para después hacerlo morir crucificado…
    Seamos persistentes, que al final lograremos nuestros objetivos.
    Ramen

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